¿Dónde se instló la primera imprenta en el Ecuador?

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lunes, 27 de junio de 2011

EL PADRE SOLANO Y ANTONIO JOSÉ DE IRISARRI

El padre Solano hace una época interesante en el periodismo de la Gran Colombia y de los primeros tiempos de la República, este gran fraile, hombre del saber y decidido para todas las empresas del pensamiento, sabía que la empresa es el gran agente de la cultura.

En 1828, salen en Cuenca “El Eco DEL Azuay” y en el año siguiente “La Alforja” y el “Telesco”.
En EL ECO DEL AZUAY ya habla el Padre Solano de la necesidad de una monarquía para toda América, lo que Bolívar encontró necesario reproducirlo por la importancia que encarnaba este juicio en aquellos tiempos, la verdad es que el crédito que obtuvo el periodista Solano a los ojos de Bolívar fue muy grande a tal punto que en otro periódico, LA ALFORJA de 1829 publicó “Una Mirada sobre América Española”, que Bolívar escribió en Quito.

Solano representó una época de cultura en América, con la influencia que sufrió del Feijosismo, combatiendo el Dogmatismo literario de entonces amando la libertad con respecto al clasicismo, la verdad y la justicia.
En EL SEMANARIO ECLESIASTICO de 1835, Solano sin desmentir su temperamento combativo, suscitó el incendio más grave de la prensa, cuando el Vicario de Cuenca excomulgo a los redactores de ”EL ECUATORIANO DEL GUAYAS”, por una polémica sobre principios católicos provocando una de las polvaredas más densas que haya tenido el periodismo nacional.

El duelo de Irisarri con Solano es famoso en los anales del periodismo nacional, el “Franciscano” llamaba al extranjero: aventurero, jumento, escritor de panza en trote, cartouche, poliglotón y balancero, es una prosa llena de un ingenio buido, pero que será el molde en que se vacíe la forma de nuestro folleto.
Antonio José de Irisarri, guatemalteco, ocupa un puesto distinguido dentro de nuestro periodismo y con él se define la polémica de verdadero estilo, ideológica, de alcance doctrinario y de palabra fina y cortante, educado en Europa y publicista de renombre continental, también fue uno de los fundadores del periodismo. Radicado en el Ecuador sacó LA BALANZA ocupándose de la política interna, censurando al clero por la intervención en las elecciones, haciendo fuertes reparos a las prácticas religiosas.

La política de LA BALANZA incendió la ira del clero cuencano, principiando la polémica con el sabio Fray Vicente Solano, con el uso de los términos y empleó los de mayor calibre. No así Irisarri llevando ventaja por la palabra, por el giro gramatical, se demostraban bien equipados y fuertes. 

En 1827 se edita en Guayaquil EL COLOMBIANO DEL GUAYAS, mientras aparecía en Quito al año siguiente EL NOTICIOSITO, cuya imprenta fue empastelada por el General Flores y los soldados colombianos. En 1830 se publica en Guayaquil EL COLOMBIANO, el cuál lógicamente tuvo que desaparecer al constituirse el país en Estado Independiente, en 1833 aparece en Guayaquil EL HOMBRE LIBRE, título del periódico que había de adoptar Clemenceau, el 12 de Mayo de igual año aparece en la capital EL QUITEÑO LIBRE. Y así paralelamente surge en nuestro puerto EL ECUATORIANO DEL GUAYAS, dedicado a combatir a Rocafuerte.

No es de extrañar ciertamente, que todos estos periódicos de la época adolecieron de fragilidad de criterio ideológico, de confusionismo en las revueltas políticas de transición, si bien es cierto pugnaban en el fondo por encauzar la autonomía de los pueblos que se disgregaban de la Gran Colombia.

Por: Cinthia Calán
Fuente: el periodismo en la dialéctica política ecuatoriana ALBUJA.
Biblioteca: Aurelio Espinoza Pólit

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